lunes, 17 de mayo de 2010
¡Joder con las putas palomitas!
En una sala pequeña de cine en V.O. de Barcelona empezaba "El secreto de Vera Drake" cuando estábamos sólo cuatro personas delante de la pantalla. Ya con las luces apagadas entran dos nórdicas espectaculares (incluso a pesar de la oscuridad) con sendos cucuruchos gigantes de palomitas. Estuve a punto de irme en ese momento pero aguanté a ver si no se confirmaban mis sospechas. Se confirmaron, claro, pero traté de ir armándome de paciencia (misión imposible como ya habrá adivinado quien conozca a Monsieur Laurent y sepa que carece en gran medida de ella cuando de estas cuestiones se trata).
En uno de los momentos más sentidos y desgarradores de la película el ruido de las masticaciones era absolutamente insoportable y sin poderme contener grité colérico: "¡Joder con las putas palomitas!" Las dos guiris se volvieron sonrientes e hicieron gesto como de ofrecerme sus cucuruchos cándidamente. Lástima que el enorme cabreo me impidiera entonces considerar la insinuación, porque hubiera podido poner al menos un jugoso final a esa tarde aciaga de domingo.
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Despreciar dos cucuruchos nórdicos está reservado a cinéfilos empedernidos como usted. Ajo y agua.
ResponderEliminarAnda que estuviste listo. Jóder Jose.
ResponderEliminarUn abrazo.
Queridos Blanco y Thornton:
ResponderEliminarMonsieur Laurent os da la bienvenida al templo de la caspa. Qué alegría veros por aquí, de verdad. Supongo que sois conscientes de dónde os habéis metido. Ya véis que en este antro reparten morcilla a cinéfilos, melómanos y letrados.
Cuento con vosotros para que nos riamos a gusto con todas esas filias (y fobias, por supuesto) que no tienen cabida en el otro blog, aunque he de reconocer que cada vez me creo menos esos dualismos.
Un abrazo fuerte.